"¡Ah, quise yo que todo fuera mío!
Soy todo lo que ya he perdido.
Mas todo es inasible como el viento y el río,
como las flores de oro en los veranos
que mueren en las manos.
Soy todo, pero nada, nada es mío,
ni el dolor, ni la dicha, ni el espanto,
ni las palabras de mi canto"
Silvina Ocampo, Canto (1949).